lunes, 28 de enero de 2008

CHIQUILINADA



Solemnidad: aparato para esconder los sentimientos. No creo en la solemnidad, me inquieto en la solemnidad, máscara falsa que enfría lo más grande que podemos producir. Las emociones, eso son las que tienen que sernos guías, hacernos crecer, son nuestras, auténticas y originales, emociones distintas en distintas personas, Emociones con personas y personas con emociones. Vivirlas, tenerlas, llevarlas en cada pelo y a flor de piel. Aquellos días en que aprendí lo auténtico de esas palabras, que auténtico me sentí, que verdadero que fui por unos momentos, y después la solemnidad. No soy yo cuando estoy solemne, no soy yo cuando no hablo, no soy yo cuando planeo, cuando comploto, ni cuando no soy.
Escrúpulos, qué cuernos es eso. ¿Respeto humano? Nada señores y señoras todo es emoción, auténtica, verdadera, tibia, fría, roja, azul y verde, parpadeante, sonora, húmeda, cerca, bien cera, latente. Eso es lo que vale, lo que defiendo y contra lo que me revelo en estas horas, contra la solemnidad, la frialdad, la mentira y el silencio impune, contra lo que no se dice por temor, con excusas de temor a lastimar, con excusas de no ser grosero, con excusas, puras y llanas. La verdad ante todo, la emoción ante todo, aunque duela, aunque sea punzante, aunque arda entero. Porque más allá de todo la verdad siempre está acompañada por la amistad, por el querer, por los sentimientos, que explotan en emociones. Por eso, me paro en el amor, en la verdad, como un hombre más, sin capa ni antifaz, sin súper fuerza ni poderes, con la palabra y las manos extendidas. El que entienda bien y el que no también, pero a mi nada de solemnidades.

martes, 8 de enero de 2008

Enerito

Presento a Enerito, es un bicho que apareció en mi pileta así como aparecen las cosas que no sé como aparecen, pero un día estaba ahí, no creo que sea pariente de Nahuelito pero si ustedes le encuentran un parecido avisenme, así cobro entrada y junto algo de plata para las vacaciones. Feliz Enero, Feliz Año, Feliz Principio, Feliz Felíz Felíz, etc!

Algo estaba allá, algo que no

veía, que no quería ver; por qué presté mis oídos,

cuando me los devolvieron ya no eran míos, o sí, ahora lo son, me cambiaron, contagiaron mis ojos, mi cabeza, mi olfato, la ansiedad en la piel, aún conservo el gusto, pero por cuánto podré callar mi boca.